viernes, 1 de diciembre de 2023

La Acuicultura vital para el crecimiento de la Economía Azul

 

La economía azul según el banco Mundial, se puede definir como el desarrollo sostenible e integrado de los sectores económicos en un océano saludable. El océano es parte fundamental de nuestra historia, economía, y cultura. Cubre un 70% de la superficie del planeta y alberga ecosistemas increíblemente productivos.

A nivel mundial, el océano provee alimentos críticos para 3,2 billones de personas, aporta US$ 1,5 trillones a la economía global y sustenta 1,5 % de todos los empleos globales. También ofrece diversos servicios ecosistémicos, entre los que destacan las oportunidades de turismo, recreación y deporte, además de regular el ciclo del agua y permitir el transporte de carga y de personas. Desde una perspectiva climática, ayuda a equilibrar la temperatura atmosférica al absorber un tercio de las emisiones globales de carbono y el 90% del calor generado hasta la fecha por el cambio climático

Una economía azul involucra a todos los sectores económicos relacionados con el océano de forma directa o indirecta; incluyendo, por ejemplo, la pesca artesanal e industrial; la acuicultura; el transporte marítimo y los puertos; la energía producida en el mar; las actividades culturales y de ocio; el turismo; la gestión de residuos sólidos –como el plástico; y muchos otros–. La gestión del espacio marino debe integrar a todos estos sectores y asegurar la salud de los ecosistemas marinos, para el bienestar tanto económico, como ambiental y social.

En el caso del Perú, el mar peruano es oficialmente denominado “Mar de Grau”, y se impone como una de las zonas de surgencia más productivas del mundo. El Mar de Grau, por el centro y sur, está fuertemente influenciado por los patrones oceánicos de la corriente de Humboldt, que guía migraciones de pingüinos, ballenas y aves marinas; y por el norte, por la corriente tropical ecuatorial, que trae aguas cálidas y una gran diversidad de especies, esta peculiar interacción dota al mar peruano de una importante riqueza y diversidad en fauna y en ecosistemas marinos, entre los que se incluyen, por ejemplo, bosques submarinos de macroalgas, manglares y arrecifes de coral.

La costa peruana se extiende a lo largo de 3.080 km desde Tumbes, en la frontera norte con Ecuador, hasta Tacna, en la frontera sur con Chile. El área marítima frente a la costa de Perú cubre 906.454 km2 de superficie y representa un 0,1% del área oceánica del planeta, contribuye a la producción de más del 10% del total de capturas de peces a nivel mundial. El 58% de la población del país vive en la zona marinocostera, concentrándose en el centro, donde se encuentra Lima, la capital, cuenta con más de 3853 especies y se estima un valor del ecosistema marino de más US$ 8.626 millones.

Por otro lado, la acuicultura a nivel mundial al 2020 según FAO, reporta una producción de más de 87.8 millones de toneladas de peces, 3% más con respecto al año anterior, con un crecimiento promedio de 4.5% en los últimos 10 años y también se produjeron 36.1 millones de toneladas de algas, del total de acuicultura producida  el 62.2% es realizada en aguas continentales y el 47.8% en aguas marinas, así mismo la acuicultura genera el 35% de los empleos del sector pesquero, contribuyendo más que nunca a la seguridad alimentaria y la nutrición con un consumo de 20.2 Kg per capita.

Por lo cual la acuicultura es muy importante para el crecimiento de la economía azul en el mundo, porque:

·         Suministrará alimento a los más de 10.000 millones de habitantes que habrá en la tierra en 2050

·         Impulsará las economías locales y creará empleos de calidad

·        Gracias a su potencial de innovación e inversión en I+D+i, no para de desarrollar nuevas técnicas del cultivo para criar nuevas especies sin afectar al ecosistema. 

También la acuicultura se puede utilizar como una herramienta para salvaguardar los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad de los océanos y estos beneficios serian: La recuperación de especies, la restauración del hábitat, la rehabilitación del hábitat, la protección del hábitat, Biorremediación, la evolución asistida, el control biológico, la eliminación de especies sobreabundantes, la conservación ex situ, la defensa costera, la mitigación del cambio climático y el reemplazo de cosecha silvestre.

Para ello debemos tener presente los principios básicos de la economía azul, la economía azul enfoca de una manera diferente el desarrollo económico, el emprendimiento sostenible y la innovación. Algunos de estos fundamentos se basan en las leyes de la física, la idea de hacer más con menos, de aunar riqueza con diversidad, ver los residuos como recursos y, en definitiva, la simbiosis de todo el sistema a nivel global.

Y de forma más específica para un desarrollo de la Economía Azul, se debe hacer una recopilación de datos, su análisis y su difusión, con el fin de facilitar la toma de decisiones inteligentes en favor de un crecimiento optimo; hacer reformas normativas, institucionales y fiscales para fomentar un crecimiento sostenible, evitar daños a los sistemas naturales y costosos conflictos intersectoriales y por ultimo promover la inversión en los sectores marítimos con mucho potencial como la acuicultura.

Esto nos obtener un aumento de las poblaciones de peces y mejora de las actividades pesqueras, mejores empleos para las personas que viven en las zonas costeras, comunidades costeras con mayor resiliencia frente al cambio climático, nuevos sectores oceánicos (por ejemplo, energía eólica marina) y costas y océanos más limpios y atractivos. 

Finamente, la acuicultura, junto a otras actividades como la energía azul y la biotecnología, serían prioritarias para el desarrollo de la economía azul en el País y en el mundo.