lunes, 26 de mayo de 2025

Transformación digital en la acuicultura: el impacto estratégico del Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial

 


La acuicultura moderna se enfrenta a desafíos significativos que requieren una transformación profunda en sus sistemas de gestión, producción y control ambiental. Frente al crecimiento de la demanda global de productos marinos, la necesidad de garantizar sostenibilidad, trazabilidad y eficiencia operativa se vuelve cada vez más crítica. En este contexto, la adopción de tecnologías disruptivas como el Internet de las Cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (IA) se erige como un vector clave hacia una acuicultura 4.0.

 

El IoT permite obtener información del proceso, analizar y actuar sobre el entorno acuático en tiempo real mediante redes de sensores y actuadores interconectados. Esta infraestructura ciberfísica transforma instalaciones que antes dependían de controles manuales o automatismos locales en sistemas distribuidos, inteligentes y adaptativos. Los sensores de temperatura, oxígeno disuelto, pH, salinidad, turbidez y otros parámetros biológicos permiten mantener condiciones óptimas para el cultivo, anticiparse a eventos adversos y mejorar la productividad.

 

Uno de los beneficios más tangibles del IoT es la automatización de procesos operativos críticos. La alimentación de los peces, que llega a representar hasta el 60 % de los costos operativos, puede ser gestionada por sistemas adaptativos que ajustan las raciones según el comportamiento del animal, las condiciones ambientales y algoritmos de predicción. Esto mejora el índice de conversión alimenticia (FCR) y reduce el desperdicio. Asimismo, procesos como la renovación del agua, la oxigenación o el control térmico pueden automatizarse para responder a condiciones en tiempo real, disminuyendo la necesidad de intervención humana directa.

 


La integración del IoT con sistemas de análisis en la nube y plataformas de inteligencia artificial permite una toma de decisiones basada en datos. No se trata solo de visualizar variables ambientales, sino de construir modelos predictivos y prescriptivos que diagnostiquen anomalías, anticipen brotes sanitarios y recomienden acciones concretas. Por ejemplo, mediante machine learning, se pueden correlacionar patrones históricos de comportamiento animal con datos físicos del entorno para anticipar periodos de riesgo.

 

Hay numerosos casos de éxito a nivel nacional e internacional que demuestran el impacto del IoT y la IA sobre la acuicultura. En España, el caso de Nueva Pescanova en O Grove es paradigmático. Esta empresa, en colaboración con Microsoft, ha implementado un sistema IoT completo en su granja de langostinos, logrando multiplicar su productividad por cuatro y reduciendo el uso de pienso (1). Los sensores capturan datos en continuo, y una plataforma en la nube gestiona la información y automatiza las decisiones operativas. Este ejemplo ilustra cómo la digitalización puede aumentar la competitividad sin comprometer la sostenibilidad.


A nivel internacional, el proyecto AquaCloud en Noruega consolida datos de múltiples piscifactorías mediante IA, permitiendo una vigilancia sanitaria preventiva y una gestión antibiótica optimizada (2). En Asia, la startup eFishery en Indonesia ha desarrollado alimentadores inteligentes que, basados en sensores de actividad, han logrado reducir los costos de alimentación hasta en un 20 %, beneficiando a miles de pequeños acuicultores (3).

 


Comparado con sectores como la agricultura de precisión o la logística, donde el IoT ya es una realidad consolidada, la acuicultura aún transita sus primeras etapas. Sin embargo, su medio físico controlado y la creciente presión por cumplir estándares de sostenibilidad y trazabilidad la posicionan como un campo fértil para una adopción masiva.

 

Las barreras no son menores: conectividad limitada en zonas remotas, costos iniciales de infraestructura, necesidad de formación especializada y retos en ciberseguridad. No obstante, plataformas modulares y escalables como AWS IoT, Azure IoT, AquaManager o ThingSpeak, permiten implementar soluciones progresivas, adaptadas a las capacidades y necesidades de cada instalación. La práctica totalidad de las empresas vinculadas con la industria de la acuicultura pueden comenzar a adoptar IoT, Industria 4.0 y el uso de IA en sus procesos con proyectos de rápida implantación, escasa inversión, y un importante y rápido retorno de inversión.

 

La sensorización no debe considerarse como un fin, sino como el medio para habilitar una nueva lógica de gestión basada en la evidencia. A través del IoT, cada elemento del ecosistema acuícola se convierte en un nodo informativo, que contribuye a una visión holística, automatizada y adaptativa del proceso productivo. Este enfoque permite cumplir con exigencias regulatorias, responder a auditorías, y fortalecer la transparencia frente a mercados cada vez más exigentes.

 


La transformación digital del sector no solo implica mejoras técnicas. Requiere también un liderazgo estratégico que comprenda el valor del dato, que promueva la alfabetización digital en todos los niveles de la organización y que sea capaz de integrar las nuevas tecnologías en una cultura empresarial orientada a la innovación y la mejora continua.

 

En conclusión, la integración de IoT e inteligencia artificial en la acuicultura representa mucho más que una modernización tecnológica: es una reconfiguración estructural del modelo de producción, que permite avanzar hacia sistemas más eficientes, resilientes y sostenibles. La evidencia muestra que los beneficios no son hipotéticos, sino reales y medibles. Aquellas organizaciones que lideren este cambio no solo serán más competitivas, sino también más responsables con el medio ambiente y con la sociedad.

 

Fuente: https://www.ipacuicultura.com/noticia-72394-seccion-AquaFuture%20Spain?fbclid=IwY2xjawKhYhNleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFwOXpwRnZXY0xTaU1xMDh6AR6SdAoJ4Z56CV4CKMs2S3EsNrlO-t1U81RwuRGVR2sefAggktbxu4V8ex_JgA_aem_bzgRGIW8BgiuNOiqRWy8bw


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